Miguel Ángel Blanco (IV)

Con un día de retraso me enfrento al recordatorio de la tortura y asesinato de Miguel Ángel Blanco por parte de la banda criminal eta. Han pasado trece años y parece que ya nadie se acuerda, que nadie se quiere acordar. En esos días, como hoy –como ayer–, una marea nacional recorrió esta nuestra querida y vieja España. En aquella ocasión no fue por un éxito deportivo –que tampoco está mal– sino por la Nación, toda o prácticamente toda, fue consciente de que solo nos libraríamos del terrorismo si derrotábamos a eta, y además que podíamos hacerlo. Aún podemos.

Soy de los que piensan que el asesinato de Miguel Ángel Blanco, como el de todas las demás víctimas del terrorismo, no puede ser en vano. Que los asesinos no pueden sacar ningún rédito de la sangre de las víctimas. Por eso cualquier negociación es una traición a los muertos, a nuestros muertos, a los muertos de todos los españoles.

Por eso, y al igual que en aquellos días, quiero finalizar esta entrada gritando:

¡¡¡ETA NO, ETA EZ!!!