viernes, 22 de agosto de 2014

León de la Riva. El dueño de su boca

El alcalde de Valladolid ha vuelto a hacer una declaración de las suyas: machista, desproporcionada y de mal gusto. Pero al escucharle, yo me pregunto: ¿es incontinencia verbal o es cálculo político? No es la primera vez que hace estas cosas, recordemos hace unos años con los “morritos” de Leire Pajín, entre otras perlas, que provocaron que varios actores se negasen a saludarle en la inauguración de la semana de cine de Valladolid que tuvo días después. ¿Evitó, acaso, que volviese a sacar mayoría absoluta en las municipales de meses después? La respuesta es un rotundo ¡¡¡NO!!!

Recapitulemos. El PSOE con Tomás Rodríguez Bolaños había gobernado el ayuntamiento de Valladolid desde 1979. En 1991 con León de la Riva encabezando la lista, el PP gana las elecciones municipales por primera vez en su historia. Bolaños pudo mantener el bastón de mando en esa legislatura gracias al apoyo de IU pero en 1995 el PP obtuvo la mayoría absoluta y de ahí no solo no se ha apeado sino que en 2011 la ha aumentado en dos concejales más. Nadie puede negar que estos resultados dependen en su mayor porcentaje del polémico alcalde y de su personalista acción política y esto hace que estando el PP pucelano deseando echarle, no lo hagan, porque sin él no tienen garantizada la victoria.

León de la Riva es todo lo contrario a “new style” del PP, es un polemista nato y le gusta el enfrentamiento político. Fuera de Valladolid se le conoce por sus censurables declaraciones pero en su casa ha desarrollado un estilo de hacer política que gusta mucho. Por ejemplo, no sé si seguirá haciéndolo, antes se reunía periódicamente con los habitantes de los distintos barrios de Valladolid para explicarles la acción del ayuntamiento en su barrio y debatía con ellos. Eran muchas las ocasiones donde los pucelanos daban caña, y mucha, a su alcalde pero él siempre daba la cara, aunque se la partiesen. Esto gustaba mucho y sigue gustando, la gente quiere gobernantes que se presenten a pecho descubierto.

Su peculiar forma de gobernar, de expresarse y de hacer política hace que la izquierda vallisoletana esté en tensión, muy activa pero en contrapartida consigue que la derecha también esté muy activa y como en Valladolid hay mucha más gente de derechas que de izquierdas, León de la Riva gana las elecciones. Con esto no quiero decir que para realizar esta política ganadora sea necesario hacer esas declaraciones tan ofensivas, supongo que irán con el personaje, pero que esta forma de hacer política, siendo del PP, te hace ganar elecciones sin necesidad de cambiar la ley electoral.

miércoles, 20 de agosto de 2014

Mi colaboración en Palencia Invierte

Desde hace unos meses todos los lectores del periódico mensual “Palencia Invierte” pueden leer una columna llamada “Con e de economista” donde escribo sobre economía.

También se puede leer en su versión web. Hay que escoger en el despegable la sección de economía.

El último que han subido es el titulado “La lucha contra la morosidad”.

lunes, 4 de agosto de 2014

202 diputados para Pedro Sánchez

Tras las elecciones al Reichstag de noviembre de 1932 –elecciones que volvió a ganar el NSDAP pero perdiendo dos millones de votos con respecto a las elecciones de julio– Adolf Hitler llegó a dos conclusiones. La primera, es que nunca conseguiría ganar unas elecciones por mayoría absoluta. La segunda, es que si no llegaba al poder, Gregor Strasser y las SA comandadas por Ernst Röhm se lo comerían por las patas. Así que Hitler se olvidó de su estrategia de solo asumir el gobierno si venía acompañado de todo el poder y maniobró junto al conservador Franz von Papen para que el Presidente Hindenburg le nombrara Canciller. Papen desde la Vicecancillería y con los nazis en minoría parecía que iba a gobernar a Hitler. En julio de 1934 –apenas año y medio después–, en la “Noche de los cuchillos largos” Röhm y Strasser fueron asesinados y Papen detenido por un Hitler que ya era para todos los efectos Führer del tercer Reich.

En las próximas elecciones municipales y generales que celebraremos en 2015, el nuevo partido Podemos obtendrá un muy buen resultado pero si no llega al poder, salvando algún municipio a lo Rivas–Vaciamadrid, su futuro será sustituir, complementar o repartirse el espectro electoral clásico de IU. Solo será poderoso si llega al poder y solo puede llegar al poder si va de la mano del PSOE.

Si yo fuese asesor de Pedro Sánchez le recomendaría que hiciese lo mismo que hizo Felipe González en los setenta y principios de los ochenta. Hacer un discurso marcadamente de izquierdas, sin las bobadas new age de Zapatero, pero actuado como un centrado socialdemócrata. Colaborando todo lo posible con el gobierno de Rajoy, incluyendo entrar en el mismo si se da esta posibilidad. Con esta estrategia se perderán votos por la izquierda en las siguientes elecciones pero se ganarán por el centro. Puede que el neto en las próximas elecciones sea negativo –que no creo por el impulso que ha tomado el PSOE con las elecciones internas– pero a medio plazo los resultados serán positivos, muy positivos. Recogerá todos los votos que por el centro vaya perdiendo el PP y cuando el PSOE se convierta en alternativa, recuperará el voto útil de la izquierda. En cambio si se apoya en Podemos para conseguir algo de poder, el votante posibilista de izquierdas votará a estos últimos porque serán Poder y además más de izquierdas.

El único riesgo que tiene esta estrategia es que los malos resultados de las próximas elecciones se lleven por delante a recién estrenado secretario general socialista. O que Susana Díaz le quite el puesto antes de que esté bien asentado. Aguantar con esta estrategia, siempre y cuando se tenga desde el primer momento bien clarito que es la buena, es muy duro y difícil, y las tentaciones de dejarse llevar al poder rápido pero endeble son muy grandes. Recuerda lo que le pasó a Papen, que al final fue juzgado en los juicios de Nuremberg, fue absuelto pero tuvo que sentarse al lado de Göring y Hess.